Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

lunes, 29 de agosto de 2011

El cartón se estropea con el agua.

Y hoy te quiero, te quiero escribir.
No quiero decirte nada demasiado especial
Ni nada que te hiciese volar.
Pero me apetece ponerme a sentir
Y no tengo nada que quiera revivir.
Sólo tengo un presente que juega al escondite
Y lo ignoro hasta que me invite.
Sé que no escribo como antes:
Será que lo que sentía se fue a otra parte.
Y en ese caso...
Miente.
Ya que estás, hazlo cruelmente.
Digamos que te quiero
Que en tus ojos veo el cielo
Y que en tu ausencia, muero. 
Digamos que da igual que no tenga nada que decir
Que basta con que me mires, y así.
Y, poniendonos más serios
Digamos que todo el día estás ahí
Aunque no siempre me lo hagas sentir.
Me parece que desde el horizonte viene lluvia
Te me haces como borroso
Pero tranquilo, no es doloroso.
Te disuelves entre el agua como si fueses de cartón
Y no dudo que de eso esté hecho tu corazón.
No te reprocho nada porque quizás
El mio ni siquiera está.
Sabes que en algún momento dejé de mentir
Eso es lo que tienes que descubrir.
Y si el presente va a estar jugando conmigo
No veo por qué no pueda hacerlo contigo
Digamos que dejo de escribirte
Que te olvido para siempre
Y te borro de mi mente...
Digamos que nunca mentí
En nada de lo que escribí.




Nunca he tenido nada que decirte, Karen.