Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

domingo, 29 de junio de 2014

"QUIEN BUSCA UN BUEN AMANTE, NO MEZCLA LA POESÍA CON CONDONES."
-Luis Ramiro-

Sin dobles sentidos.

... que no te estoy pidiendo que me quieras, te estoy queriendo yo; y que cuando lo rechazas, no me estás diciendo que no me quieres, me estás recordando que no soy buena para querer a nadie.
Karen.

viernes, 27 de junio de 2014

"El amor no termina, sólo cambia de sitio."

Me gustaría aclarar que en absoluto creo firmemente en todo lo que escribo. En realidad sólo me gusta el sonido, el ritmillo gracioso de las palabras tristes, la acentuación de cada punto y coma; en fin, la prosodia que se crea en mi cabeza... que por cierto, no compartimos.

A veces creo en algo, y escribo sobre ello. A veces creo en otra cosa muy diferente, y también lo escribo. Muchas veces escribo sin hilar entre párrafo y párrafo, haciéndolo sólo por placer y porque, sí, porque me da la gana. Se trata de dejarse llevar, de ponerse en off y olvidar que estás enamorado si lo que quieres es hablar del asco que te da el amor, o todo lo contrario. Simplemente, se trata de plasmar un instante determinado en un par de líneas. Mirad, hay cosas que no se pueden fotografiar; no todas las imágenes valen más que mil palabras, a veces una palabra vale más que miles de fotos. Y a veces nada vale lo suficiente, falta la forma, el contenido y el fondo: falta de todo, joder... de todo.

Me gustaría saber a qué sabe la verdad, a qué huele lo real, el tacto de la paciencia, el sonido de un te quiero inundado en lágrimas... Me gustaría saber qué coño se siente cuando te cogen de la mano.
Me gustaría olvidar todo lo que sé -que es poco- para aprender desde cero que nada se siente igual dos veces... que el amor, dicen, no termina, sólo cambia de sitio.
Karen.

miércoles, 11 de junio de 2014

Fragilidad.

Cambiamos. Por eso siempre tenemos algo que contarnos.
Un día eres un alcohólico cierra bares, al siguiente le das al budismo y rollos espirituales. Y, no sé, me parece curioso. Es jodidamente fácil dejarse llevar por el momento y pretender que eres algo que no. 
Que no en absoluto.

Cambiamos. Por eso los amantes dejan de amarse y los desconocidos se abrazan.
Es necesario que cambiemos, que seamos capaces de adaptarnos a lo que va llegando, pero también es necesario que no nos olvidemos de nosotros mismos –de ese que nunca cambia, a pesar de todo–.
Tanto cambio nos consume poco a poco. Tanta fragilidad nos hace vulnerables.
Cambiamos. Por eso, cuando me veo al espejo y me pregunto por qué, no entiendo nada. Nada en absoluto.
Karen.