Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Otro año más..

Otro año más que ha pasado..
Ha pasado como el viento que pasa sobre la playa, llevándose cosas.. cosas feas, cosas bellas.
Otro año más que no ha pasado..
Como las hojas no escritas de un libro, del que seguimos pasando las páginas.. leyendo lo que no está escrito.
Otro año más que recordar..
Habrá pequeñas cosas que recordar.. y otras (muy pocas) grandes.. Habrá recuerdos que nunca se irán, otros que desaparecerán, y otros que no querremos recordar.. pero hay cosas que recordar, y eso: SIEMPRE es algo bueno.
Otro año más para contar..
Para contar los minutos vividos (y los no vividos), los instantes perdidos.. y los soñados.. Para contar personas y palabras.. Para contar tristezas, alegrías, verguenzas, arrepentimientos, nostalgias, asombros, mejoras, derrotas, risas, miradas, sonidos, y palabras otra vez..
Otro año más que añadir..
Que añadir a la lista de esperanzas y de retos..
Otro año más que no ha sido nada (en resumen) y que ha sido mucho (en detalles)

Otro año más para alzar la copa y gritar: ¡Sigo aquí, apesar de todo!
Este año ha sido mejor que el anterior. Este año he aprendido algunas cosas..

Mi lección del 2010: "Si puedes (y quieres) puedes mejorar"

Que vuestro próximo año sea mejor que el anterior, Karen.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Inspiración.

Estoy ante el Papel en blanco, con Ganas de escribir, y con ausencia de Inspiración.
Las Ganas pueden sacar algo: algo que la Inspiración no valorará. El Papel escupirá las palabras que las Ganas consigan escribir; porque, sin Inspiración, no hay nada que considere digno de tatuarse, en su pálida piel, con tinta.

Inspiración me ha golpeado: ha sido un golpe bajo. Antirreglamentario. Pero lo dejo pasar, incluso permito que me vuelva a dar. Veo aproximarse otro golpe, pero no quiero esquivarlo. Quiero que me golpee, que me duela hasta hacerme llorar…  para así, al acudir a mi próximo combate: salir victoriosa (o, por lo menos, con vida).

Inspiración me abandona.

Las Ganas han perdido su fuerza. Trazan garabatos sin sentido (con carbón, para no molestar a Papel). Las Ganas quieren ser, y no pueden. Con miedo, desean llamar a Inspiración: plantarle cara y, con la mirada fija y alta, invitarla a que dé el primer golpe.

Inspiración se niega a dar señales de vida. ¿Qué fue de sus ganas de pelear?  

Papel se siente olvidado: hace ya mucho que, ni siquiera, las Ganas lo van a visitar (a pasar el tiempo, que es largo).  

Las Ganas gritan desesperadas, sin respuesta. Papel, como puede, se suma a sus gritos.

Con desgana, Inspiración se muestra dispuesta a dialogar.

Comienzan una lenta negociación: Papel muestra entusiasmo. Las Ganas se muestran impacientes, deseosas de bailar sobre Papel, hacerle cosquillas y, sonriendo, observar lo que resulte.

Pero… a sabiendas de que ella es la que manda:
Inspiración se aburre y se marcha

Paciencia, que Inspiración ya volverá, Karen. 


viernes, 10 de diciembre de 2010

Equilibrio.

Esa mañana, la Estrella
Había perdido la estela
Que dejan todas sus compañeras
Al escapar, fugándose con la Luna,
De esa luz que brilla como ninguna.
A esa estrella, la mañana
Se le antojaba un poco rara.
No es por ser especial,
Ni por saberse única en ese lugar,
El motivo de que ande dando saltos
Cerquita del sol, ahí arriba, en lo más alto.
Sólo pretende coger
Un poquito de color
Que el Sol parece tener a por montón.
Pero él, sabedor de ser el único en ese lugar
Se mostró ausente de mirar
A aquella que tanto le hacía llamar.
Esa mañana apenas y había comenzado,
Pintando todo el techo de un tono azulado,
Y la pobre estrellita ya no sabía donde saltar
Para poder un poco de oscuridad respirar.
No moverse decidió.
Estar quieta y en el sitio quedarse
Para poder así evitar enfadarse
Con un arrogante Sol que ya empezaba a decir
Sin sentido, que era incapaz de sentir.
Oídos sordos quiso hacer
Cerrar la voz y con los ojos entrever
A un Sol muy solitario
Que creía ser motivo de comentario.
Esa mañana, duró más de lo esperado
Pues Sol estaba encerrado
En su inútil idea que creía verdadera.
Luna llamaba urgente
Con su fila de sonrisas centellantes
Que se hacían alardes de cantantes.
Estrellita miraba distante
Con el color apagado
Por falta de luz de Luna
Y exceso de Sol sin cordura.
Puede que el día fuese eterno
Y que la noche nunca llegara…
Pues ahora ahí arriba, en la clara
Estrella sigue en su sitio
Desde donde decidió hacer oídos sordos
Y no escuchar a un Sol que manda. 

-Karen A.-
Mirad al sol, pero no desde tan cerca ni durante mucho tiempo, pues, puede que os quedéis atrapados en su luz, y… cuando queráis disfrutar un poco de las estrellas en la oscuridad, ya será muy tarde para hacer oídos sordos, y cerrar la voz y los ojos.
Que… todo consiste en saber equilibrar todo aquello con lo que queremos disfrutar.

Equilibrad, Karen.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tiempo.

Hace un tiempo y varios minutos
Que deseaba que me miraras
Fijar conversación
Y sin palabras
Que me hablaras.
Hace un tiempo y varios encuentros
En los que ya no hallo recuerdos
Que expliquen todo esto que siento.
Hace un tiempo y varios segundos
Que estabas aquí
Compartiendo argumentos.
Hace un tiempo y notas que flotan
Te invito a decir “¡ponme otra copa!”
Te invito a olvidar el tiempo
Con caricias y sonrisas, ir lentos.
Hace un tiempo y silencios agudos
Que por dentro sentía que moría
Al ver caer cada día,
Tus saludos.
Hace un tiempo y un par de segundos
Que pensaba lo de siempre
Y ahora que no estás presente
La contradicción se pasea y me aconseja:
No pienses, porque siempre…
Estaré ahí, muy pendiente
De hacer que todo te de vueltas
Para que te confundas y arrepientas.
Hace un tiempo y un par de palabras
Silencios y canciones varias:
Desde que ya no me diriges miradas.

-Karen A-

Hace un tiempo… ¿cuánto tiempo?
Sea mucho, sea poco: es tiempo. Tiempo que pasa, viene y se marcha. ¡Dejadlo marchar! Que, como nosotros, es libre de ser efímero o fugaz. Y es libre también de no ser (cuando ni empieza, ni acaba).
Tiempo (del malo, del bueno…) hay muchos. 

Cogeros con fuerza a las manecillas del reloj, y vivid de cerca cada segundo, Karen.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sobre "qué pensar".

Distingo dos grupos, dos conjuntos de sinónimos:

1)      Dejar pasar. Obviar. Ignorar. Restarle importancia. (Evitar)
2)      Actuar impulsivamente. Preocuparse. Dar vueltas. Imaginar. (Buscar)

Aclaro: como nada es absoluto, existen matices entre ambos grupos.

Sobre el primer grupo.
¡Somos unos cobardes! Todos lo sabemos perfectamente… y, ya que somos unos cobardes, nos asusta admitir lo muy cobardes que somos.

Es demasiado fácil obviar. Si nada ves/oyes/percibes/dices/sientes no habrá nada que ver/oír/intuir/decir/sentir. No habrá nada que sentir; lo pongo en duda. Pero… si lo haces bien: no habrá nada que pensar.

¡Buscamos siempre lo más cómodo! Buscamos acciones externas… ese algo que se lleva un poco de cobardía.

Ver cosas, elevarlas al máximo exponente negativo (restarle importancia, si es que la tiene), apartarlas y… si alguien pregunta: “sí, lo vi ¿y, qué sucede?”

Es demasiado fácil asumirlo.
Saber que El Jamás de los Jamases
Tocará tu puerta un día y no será por sorpresa.
Es demasiado fácil no actuar
No dejarse por el oleaje llevar.
Sumergirse rápidamente en El Olvido
Dándose cuenta de Lo Jamás Vivido.
Es muy sencillo obviar y pasar
Hacer sentidos sordos y razonar”.
-Karen A-

Quizás no muchas personas pertenezcan a este grupo… ¿Acaso es bueno pasar?

Sí, yo también paso.

Sobre el segundo grupo.
¡Amamos complicarnos la existencia! Somos así: nos encanta sacar enredadas conclusiones extensas a temas tan simples que… casi siempre no son nada. Lo peor es que lo hacemos por placer.

Cuesta muy poco imaginar/tergiversar nuestra realidad  (lo que vemos/oímos/percibimos/decimos/sentimos). 
Dejarse llevar (sin pasar) por los numerosos caminos que en tu mente, tras una muestra de realidad, van tomando forma.

Actuar (con temeridad, y no valentía).

La mayoría de la gente se complica la existencia. ¿Les vale de algo?

Sí, yo también le doy vueltas. 


¿Qué deciros? Pensad cómo queráis, Karen.


sábado, 27 de noviembre de 2010

Volar.

Volaba entre el viento, como siempre: del revés.
Quería llegar hasta el fin de los finales
Y como entre flores primaverales,
Atravesar cortando el tiempo
Todos aquellos recuerdos del pensamiento:
Que lo asaltan por sorpresa dando puñales
Haciéndolo ir corriendo, a saltar entre corales
Y cantando la canción, esa que no le correspondía
Entre las líneas, estaba que no sabía si lloraba o reía.
Deseaba girar, y dando vueltas, llegar al mar
Sentir el frío, y sin importarle, aterrizar
Sumergirse lentamente, para así atenuar
Todas las voces que ahí dentro
Lo hacían suspirar por un reencuentro.
Quería flotar, y entre las olas, olvidar
Ya no le apetecía más batallar.
Volaba entre lo bueno y lo malo
Entre lo hermoso y lo vano
Volaba entre los cielos nocturnos y diurnos.
Esperando, sin querer y sin apenas darse cuenta,
Aún estando en medio de la tormenta,
A la dueña de su penitencia.
Deseaba perder la conciencia
Y así lentamente recobrar
Todo lo que ella le hizo cambiar.
Volaba entre asolados paisajes solitarios
Queriendo de esos lugares
Algún olvido, como recuerdo, llevarse.
Quiso volar tan de prisa
Para así poder recuperar su sonrisa,
Que cuando cayó, rendido en sus intentos
De atravesar tantos vientos…
Miró al cielo por donde había estado corriendo
Y vio hermosas estrellas que antes creía apagadas
Brillando tan fuerte, que encandilaban.
Había dejado ya de volar
Y comenzaba de nuevo a esperar. 

-Karen A-

Aunque el viento se resista y no te permita seguir hacia adelante... ¡Vuela! y no te pierdas nada del viaje, siempre hay algo que te quieres llevar contigo. 

Volad, Karen.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Sobre mentir.


Verdades aparentes. Falsas verdades. Verdades incompletas.

Manual del buen mentiroso.

Todo buen mentiroso afirmará que mentir no es malo si se hace con un buen fin.
Todo buen mentiroso podrá negar que miente.
Todo buen mentiroso pasará desapercibido entre los menos mentirosos (que somos todos).

Para mentir no hace falta mucho, sólo basta con creer/pensar tu mentira.
Tu pensamiento es una realidad aparente. Una realidad, porque existe; pero aparente porque parece que "es" y "no lo es".
Para mentir hay que pensar, y después, afirmar tu pensamiento… de esta manera dices la verdad, pero mientes. Dices la verdad, porque, efectivamente, has pensado eso que has afirmado; pero mientes, porque, en verdad, lo que has pensado no ha sucedido.

Para mentir no hace falta esquivar la mirada, ni tener "la idea" pensada con anterioridad… Pero, siempre (y digo: siempre) hay que tener un motivo.
Cual sea el motivo es lo de menos (los hay buenos, malos, coherentes, incoherentes, miedosos y valientes…), sigue siendo un motivo. El que miente por mentir, también tendrá sus motivos (que puede saberlos, o no).

"Mentir nunca te hará bien"No sé quién lo dijo, pero… puede que haya sido algún buen mentiroso.  

Afirmad vuestro pensamiento (pensad cosas reales), Karen.

lunes, 22 de noviembre de 2010

¡Que llueva!

Caen gotas cristalinas desde el cielo
Encapotado, mientras al tren espero.
Bajo una vieja sombrilla observo
A la gente que pasa, pasa, viene y se marcha.
Observo las miradas: atentas, distantes, felices y bajas
Y a aquel colibrí que nunca descansa.
Viento, ese que viene imponente
Tumba mi sombrilla, y lo hace cruelmente.
Las  gotitas, todas juntas, me abrazan
Alzo los ojos y miro al cielo:
Esto curará mi resaca
De amores irreales que a los sueños opaca.
¡No llores!
Las gotitas, amigas, me invitan a llorar
Juegan con mis lágrimas, que ahora irán al mar.
Y empiezo a recordar…
Nunca debí dejar a la lluvia a mi lado estar.
Me siento al suelo
En la estación ya no hay nadie, estoy solo y espero.
Mientras el frío me cala desde dentro,
El viento hace de amigo, y me remueve el pecho.
No estoy triste, no estoy mal
Sólo quiero alguien a quien amar.
Que me haga olvidar, aquel in-iniciado querer
Que por querer ser algo, se escondió
En el acorazado escudo de algún complacer.
Y sé, que tú no estás pensando en mí
Sé que desde siempre, nunca fue un sí.
Ya no me importa, no me importa nada
Ni siquiera cuando veo tu mirada
Que, a pesar de todo, tengo guardada.
¡Desearía odiarte
Hasta los confines del mundo enviarte!
Expulsarte muy lejos y de mi vida borrarte.
Que sientas, como yo, cómo se siente
Cuando ya no se tiene aire,
Sólo un vacío espacio que te atormente.
¡No llores!
“Que estás solo en una estación
Y el tren, perdido, acaba de pasar”
Ya no distingo entre lo que fue y lo que será
Pero sé que ya me cansé de con las gotas jugar.
Adiós, amigas
Fuisteis de gran ayuda
Para mi abandonado corazón
Que aún seguía cantando esa misma canción

-Karen A-
¡Que llueva! Que no es malo.. Que caigan gotas, que se lleven todo... ¡Que llueva! 
Dejad que llueva a cántaros, que se inunde todo... y sumergiros.. que cuando salgais, ya nada os podrá ahogar.
Que, de vez en cuando, .. es bueno llover. 

Lloved, Karen.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Olvidada la nada


Caminar sobre lo que nunca existió
Dar un paso en falso hacia sitio ninguno
Comenzar desde el final, desde el momento uno
Estar ahí, y observar, lo que nunca sucedió.
Lo que sólo fue un despiste, y amaneció.
Sucedió de pronto, tras la noche veintiuno
Cuando ya no esperaba olvido alguno.
Cerré mis ojos y no vi nada
Un nada verdadero:
Una oscuridad en la que me acuno
Comenzando este prefacio
Despacio,
Sin querer darme prisa
Pues cuando algo confunde
Fácilmente te hace trizas.
Te coge las ilusiones y las funde,
Te aprisiona el corazón, y agonizas.
Olvidada la nada ya está
Enterrada en ese pozo sin fondo
Que llamamos olvido, ahí está.
¿Si nunca fue nada, para qué existió?
Nunca existió, o puede que quizá.
Mejor es pensar que no, y olvidar.
Flotar sobre recuerdos inacabados.
Con exceso de sueños, delirando acabar
Con el aire acompasado
Respirar.
Y sonriendo o llorando, terminar
Pero, sobre todo:
Olvidada la nada ya está.
Cuando ya no quedaban más palabras…
Y se terminaron por esfumar las miradas:
He finalizado, he aprendido a respirar

-Karen A-
Nada, miles de cosas inexistentes. Nada, lo contrario de algo. Nada es... nada. 


Aprended a respirar (no os quedeis en nada) Karen
 


domingo, 14 de noviembre de 2010

Miedos.

¿A qué tienes miedo?

Miedo es sentir pánico, cuando te ves incapaz de hacer algo (por más que lo desees con todas tus fuerzas).
Miedo es sentir que tu mente se enfría, que tu corazón se ralentiza y reanuda su marcha con más fuerza que antes de forma repentina y, sobretodo, miedo es… impotencia.
 Sentir que no puedes. Sentir que te sobrepasa. No hallar la solución. No querer dar la espalda y, sin embargo, darla.

Miedo a la verdad. Miedo a la mentira. Miedo a las palabras. Miedo a los silencios. Miedo a lo conocido. Miedo a lo oculto. Miedo a quedarse solo. Miedo a ver salir el sol. Miedo a mirar el reloj. Miedo a esa canción. Miedo a los saludos. Miedo a las despedidas. Miedo a lo hermoso. Miedo a lo desagradable. Miedo a las miradas. Miedo a lo que no oyes. Miedo a lo que callas. Miedo a lo que piensas. Miedo al espejo. Miedo a tus miedos. Miedo a vivir. Miedo a callar. Miedo a hablar. Miedo a mirar, a oír. Miedo a respirar. Miedo a la felicidad. Miedo a la tristeza. Miedo a los recuerdos. Miedo a lo que no recuerdas. Miedo a lo que quieres recordar. Miedo a no volar. Miedo a estrellarse. Miedos que te atrapan, te envuelven, te asfixian, te dejan confundido y te sueltan… solo, con miedo, en medio de la nada. 

Tened miedos (pero que no os asfixien), Karen

martes, 9 de noviembre de 2010

Causa-Efecto


“La relación causa-efecto está presente en todos los aspectos de la vida”
“No podemos controlar la realidad”

¿Acaso soy la única que ve que algo falla?
Estas dos frases (pertenecientes a un mismo texto sobre “El efecto mariposa”) se contradicen (según como se mire. Ya que TODO es RELATIVO).

Si toda causa tiene un efecto, antes de realizar ese acto (que es decisión tuya. La causa) puedes prever sus consecuencias (efectos), y entonces… controlamos nuestra realidad.

No controlamos nuestro destino último, que es la muerte (como todos bien sabemos). Pero sí podemos controlar (en cierta medida) nuestra realidad.

Si figuramos al destino como el pincel que dibuja nuestra realidad… nosotros seríamos la paleta de colores. Seríamos las opciones.

Como todo es relativo, las opciones son relativas. No todas las causas tiene el mismo número de efectos. Ahora que lo pienso con más detenimiento: los efectos son infinitos… Pensad en un ejemplo muy sencillo: tirar una piedra (causa). ¿Cuáles serían los efectos? El más obvio: la piedra caerá (acción propia de la gravedad). Pero… como nada es absoluto y no lo sabemos todo… existen miles de variables que cuestionarían su caída, o… si seguimos pensando en las causas-efecto: la caída de la piedra podría ser una causa para otro efecto.
He ahí nuestra decisión: tirar o no tirar la piedra.
Muchos llevarán al límite la definición de “destino” y dirán que el tirar (o no) la piedra ya estaba “escrito”. Tomemos como falsa esa posibilidad, ya que, repito: nada es absoluto.

Os invito a vivir vuestra realidad teniendo en cuenta dos cosas:
-          NADA es ABSOLUTO, TODO es RELATIVO.
-          Podemos controlar nuestra realidad. 

Causad, efectuad, Karen.