Había perdido la estela
Que dejan todas sus compañeras
Al escapar, fugándose con la Luna,
De esa luz que brilla como ninguna.
A esa estrella, la mañana
Se le antojaba un poco rara.
No es por ser especial,
Ni por saberse única en ese lugar,
El motivo de que ande dando saltos
Cerquita del sol, ahí arriba, en lo más alto.
Sólo pretende coger
Un poquito de color
Que el Sol parece tener a por montón.
Pero él, sabedor de ser el único en ese lugar
Se mostró ausente de mirar
A aquella que tanto le hacía llamar.
Esa mañana apenas y había comenzado,
Pintando todo el techo de un tono azulado,
Y la pobre estrellita ya no sabía donde saltar
Para poder un poco de oscuridad respirar.
No moverse decidió.
Estar quieta y en el sitio quedarse
Para poder así evitar enfadarse
Con un arrogante Sol que ya empezaba a decir
Sin sentido, que era incapaz de sentir.
Oídos sordos quiso hacer
Cerrar la voz y con los ojos entrever
A un Sol muy solitario
Que creía ser motivo de comentario.
Esa mañana, duró más de lo esperado
Pues Sol estaba encerrado
En su inútil idea que creía verdadera.
Luna llamaba urgente
Con su fila de sonrisas centellantes
Que se hacían alardes de cantantes.
Estrellita miraba distante
Con el color apagado
Por falta de luz de Luna
Y exceso de Sol sin cordura.
Puede que el día fuese eterno
Y que la noche nunca llegara…
Pues ahora ahí arriba, en la clara
Estrella sigue en su sitio
Desde donde decidió hacer oídos sordos
Y no escuchar a un Sol que manda.
-Karen A.-
Mirad al sol, pero no desde tan cerca ni durante mucho tiempo, pues, puede que os quedéis atrapados en su luz, y… cuando queráis disfrutar un poco de las estrellas en la oscuridad, ya será muy tarde para hacer oídos sordos, y cerrar la voz y los ojos.
Que… todo consiste en saber equilibrar todo aquello con lo que queremos disfrutar.
Equilibrad, Karen.
Precioso y perfecto *-*
ResponderEliminarTia..tu de aqui a la fama ...me pregunto yo..que haces en ciencias? x)
clau