Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

sábado, 31 de julio de 2010

Pensar.

Ahhh... mi GRAN problema: pensar.
Sí es que... lo que tengo que hacer es dejar de buscarle un motivo a todas las palabras que escucho, y dejar de imaginar la reacción de alguien al escuchar las mias.

¿No os pasa?
Estáis hablando con un amigo (alguien que, se supone, no te juzga. Alguien que, se supone, te entiende. Y alguien con quien, se supone, estás a gusto sin sentirte presionado.), y os dice algo, algo sin importancia... y vosotros no podéis contestar con la misma simpleza. ¡Odio que me pase eso!
No me considero una persona a quien le importe mucho lo que piensa la gente de ella. De hecho, me importa nada lo que la gente extraña piense de mí; el problema radica en que me importa MUCHO lo que piense de mi la gente que de verdad me importa. Pero... si esa gente es importante para mí, y yo soy importante para ellos... ¿por qué no siento la confianza necesaria para no pensar en lo que pensarán de mí?

Quizá sea por eso mismo: porque me importan mucho y no quiero decepcionarles.
¡Pero no me gusta!

También pienso mucho en "los qué pasarán" y en "los qué hubiera pasado si...", y no sé qué resulta más molesto.
Constantemente recuerdo conversaciones (¡íntegras!), y pienso: "si hubiese dicho esto en lugar de aquello, las cosas hubieran tomado otro camino, quizás un camino mejor." Y eso es muy irritante.

¡QUIERO VIVIR SIN PENSAR EN LOS MOTIVOS NI EN LOS QUÉ PASARÁN!
¡QUIERO SENTIRME LIBRE TOTALMENTE!
¡QUIERO DISFRUTAR DEL DERECHO DE OPINAR LIBREMENTE!

Lo peor de todo es que no hay NADIE que me prohiba hacer lo que quiero... a demás de "yo misma".

No penséis, Karen.

jueves, 29 de julio de 2010

Buscando una luna



"Bajé las escaleras, sí, de dos en dos perdí al bajar el norte y la respiración..."

"¡Que yo me acuerdo entodavía cuando te besaba!
¡La cago vuelvo a tiritar!
¡Que no, que ha sido un momentito sólo de bajada!
¡Que aquí no pasa nada!"

Otra de mis canciones favoritas de Extremoduro. Todas tienen algo bonito que decir... TODAS son poesía: no hace falta que tenga sentido, sólo que te digan algo.

Que no os pase nada, pero que encontréis a vuestra luna, Karen.

martes, 27 de julio de 2010

Soledad.

"Soledad que no termina

Que no me abandona jamás.

Que me lleva a la deriva,

De un nunca pasará.

Soledad de visiones infinitas

Que viajan por mi mente en busca en algo más.

Algo que, por ahora y un buen tiempo, no existirá.

Soledad mi compañera,

Fiel a mi lado, nunca te vas.

Amiga a su manera,

Sé que algún día me dejarás.

Entonces estaré sola de soledad,

Por seguir sola sin nadie,

Hasta el final."

Karen A


¿A quién le gustar estar solo..? La soledad es buena en algunos momentos, esos momentos en lo que necesitas pensar, pensar y pensar... Pero a NADIE le gusta estar siempre solo.

Lo mejor de pensar es el placer de compartir tus ideas con alguien que te escuche, te entienda y, a pesar de no compartir tus ideas, apoyarte.


Si no quieres estar SOLO, NO lo estarás... Siempre podrás cruzarte con alguien en la calle o en un parque, y si se usan las palabras adecuadas: hablar.

Otra cosa muy diferente es NO QUERER estar solo en el AMOR... Os voy a dar un consejo: "Nunca busquéis el amor, porque no lo escontraréis. El amor es libre, cruel, hermoso, inesperado, sorprendente y miles de cosas más, pero sobre todo: EL AMOR ES ALGO QUE PASA SIN QUE TE DES CUENTA".

La Felicidad..


Este es un tema en el que pienso constantemente, aunque nunca me había puesto a escribir algo en serio.

Hace unos meses, mi profesora de educación ético cívica nos hablaba de la felicidad, y nos mandó a hacer una breve redacción sobre el tema: teníamos que escribir nuestra interpretación de la felicidad.

Yo no tuve duda alguna: “los niños son los únicos seres humanos que disfrutan de una felicidad plena”, basándome en los escritos de Epicuro, quien dice que la felicidad irradía en la falta de preocupaciones.

Coincido en absoluto con Epicuro. Si no hay problemas, hay felicidad. Pero… ¿diciendo esto estoy diciendo que los adultos no pueden ser felices? Yo misma tengo que contradecirme, porque hay muchas personas con problemas, que, a pesar de todo, son capaces de regalarte una sonrisa.

Bien puede ser que esa sonrisa no sea sentida, pero, resulta que, entre las pocas cosas que son autenticas en la mayor parte del tiempo: está la sonrisa.

Sonreír es algo tan natural, que siempre sale sin que te des cuenta. “Una sonrisa no es lo mismo que reírse a carcajadas”. No sé si ya he perdido el hilo del tema del que hablo, no sé si me he desviado, sólo sé que todo lo que he dicho lo pienso de verdad.

Regresando al tema de los niños: son felices.

Nunca verás a un niño infeliz, podrás ver a uno triste o enfadado, pero nunca, nunca a uno infeliz. Aquí parece que me vuelvo a contradecir, pero no creo que la tristeza y la infelicidad sean lo mismo: se confunden, pero, puedes estar triste y feliz a la vez, (por ejemplo: te vas de viaje, un viaje que llevabas esperando toda tu vida, eso te hace feliz. Tienes que dejar a tu familia por un año, eso te pone triste, pero no te hace infeliz). Retomando el tema de los niños, nuevamente. No conocen de problemas, por más que vivan rodeados de miles de ellos.

Un niño sonríe si le regalas la hoja caída de un árbol, porque no piensa en lo que es, sino en lo que significa: un regalo.

Sin embargo, sí que es cierto que muchos adultos carecen de preocupaciones, o del sentido de la preocupación. Más lo segundo que lo primero.

¿Estas personas son felices? No del todo, pero lo intentan, y con eso ya han logrado una gran parte.

La felicidad puede ser algo pasajero, como un estado de ánimo, aunque no sea lo mismo. Un día te puedes sentir la persona más feliz del mundo y al siguiente, la más desdichada.

Me quedo con la simple idea siguiente:

La felicidad no se puede definir y es diferente para cada persona. La felicidad no es estable, más sólo en los niños. La felicidad no es algo que se persiga, no es un fin, es un estado en que todo el mundo quiere estar, ya que “el futuro no existe, sólo el presente.”

Esta última frase no me pertenece, debo citar a Oscar Wilde.


Sed felices, Karen.

¡¡¡Hay que gritar!!!


Creo que acierto si pienso que a la mayor parte de la población le "aterra" decir lo que sienten o lo que piensan. Literalmente: nos tiemblan las manos, bajamos la mirada, y respiramos trabajosamente... Sólo por el hecho de estar frente a una persona y no poder saber "qué" está pensando.
Este es un sitio donde yo podré descargarme: decir, no, GRITAR todo lo que no me atrevo a hacer en mi vida diaria.
No creo que la gente se interese en leerlo, pero... a mi me ayudará enormemente. Y, por supuesto: si alguien quiere GRITAR, hay aire sufiente en este mundo ^^.


Un grito, Karen.