Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

viernes, 29 de junio de 2012

Lo que me contaron las estrellas.

"Para siempre es mucho tiempo, una noche es poco rato. Me jugaría la boca por morder tus labios." 

Me hace gracia recordar el momento en el que decidí tomarme esto de las letras como algo personal, cuando decidí dejar de escribir historias que no son mías. Empecé escribiendo en tercera persona; así podía hablar de mí pero sin que se notase mucho, incluso podía mentir y decir que nada de eso tenía que ver conmigo -que estaba alejado de la realidad-. Shhhhh, a veces escribía lo contrario a lo que de verdad sentía.
Me hace gracia leer lo que escribía hace unos años y darme cuenta de que nada ha cambiado (eso ya no me hace tanta gracia).
Empecé a usar la primera persona e intentaba escribir con sinceridad, nada de mentir. Luego me entraba el miedo y decía ¡bah, coincidencias! Eso que he escrito no tiene que ver conmigo. Poco después me arrepentía y escribía otra cosa, buscando esa segunda oportunidad que nunca llegaba (y si llegó, le di la espalda).
Me hace gracia estar ahora escribiendo esto... Este no era el plan. Yo quería escribir sobre el odio que le tengo a todo... quería decir que me pesan las noches, que no me importa nada, que soy una insensible. Quería protestar por la escasez de prozac, de anfetaminas y de callejones a oscuras. Quería decir que estoy sudando cerveza, y que me está por explotar la cabeza (la poesía es una puta). Pero sobre todo.... quería hacerme daño. No encuentro otro motivo más razonable... es decir, me he puesto a escribir de verdad, he abierto las ventanas para ventilar las ideas; he sacado a relucir viejos fantasmas, me he puesto a oír a Joaquín Sabina. Incluso he cogido mi guitarra y blabla.
Me hace gracia porque cada vez que lo pienso, sonrío.
Es una sonrisa irónica, triste, decadente... es una tregua a las lágrimas... Y todo esto suena tan cursidramático que debería dejarlo ya, pero tengo la esperanza de que si ves tantas letras juntas pasarás del tema y no leerás nada.
Me gustan las palabras. Me gusta decir amarillo y que pienses en eso, y que el otro piense en otra cosa y que yo sólo haya hecho referencia al color -aunque no sea cierto-.
Odio los momentos vacíos, aunque no crea en ellos. Odio no serme fiel; me cuesta trabajo darle a las cosas la importancia que se merecen... pero bah, ¿qué más da? De todas formas moriré un día. Y digo un día porque algún día es una expresión de mierda.

Me hace gracia estar aquí y ahora, sin saber dónde estaré mañana por la noche ni qué cojones quiero hacer con mi vida.

Por los viejo consejos, haya paz. Karen.

jueves, 28 de junio de 2012

Selección natural.

Cuando pierdas, no llores.

Utilicemos una negativa optimista y démosle la vuelta a todo. Seamos estúpidos y cerremos los ojos cuando el contrincante se aproxime a darnos ese golpe de gancho que nos dejará ko.
Y, una vez en el suelo... olvida que sigues en el ring, que alguna vez tuviste la oportunidad de ganar y que los guantes ya te pesan. Vuelve a cerrar los ojos, levántate y sonríe. Levántate y grita, o canta, o descarga tu ira sobre el oponente, pero jamás (he dicho JAMÁS) llores.

miércoles, 27 de junio de 2012

De todas formas voy a morir.

Cuando me preguntes por qué coño hago lo que hago, por qué finjo en ocasiones, o simplemente por qué soy así... te diré que de todas formas me voy a morir un día. 
Te diré, mirándote fijamente a los ojos y manteniendo un tono de voz sereno, que no pasa nada, que ya vendrán tiempos peores.
A veces, el mundo es una caja de cerillas. A veces, las cerillas se encienden a la primera, a veces a la segunda, y a veces no encienden. Pero sólo a veces, tranqui.
Cuando me preguntes por qué he dejado de pagar mi seguro de vida, te diré que..... de todas formas me iba a morir.
Se trata de vivir, de salir y respirar un poco. Se trata de no pensar que todo se va a acabar algún día... Se trata de ser capaces de vivir para el presente, y no para el futuro.
Céntrate en cada acción que hagas (fluye). No olvides lo que tienes alrededor, no hagas como si nada más existiese, pero... por favor, sonríe mientras haces que tu vida sea más corta. 
Cuando vengas un día (o una noche) a mi puerta, y me preguntes qué hiciste mal... Tranqui, mentiré. Diré que no sé de qué hablas, y ya sabes...
Cuando te mires al espejo y no recuerdes nada del día anterior... Recuerda que de todas formas vas a morirte.
Así que sal a la calle, anda. Olvídate el abrigo y pierde el último autobus... que perder siempre se nos dio bien -al menos a mí-
Y ya no sé si me estoy dando consejos o qué coño hago con esto.

sábado, 23 de junio de 2012

Hogueras pa' trillar el ruido.

Nos olvidamos, ese no es el problema.
Cuando pasas por ahí y se adueña de ti esa canción, o cuando ese olor ataca cual caballero sin armadura, o simplemente cuando llegan los recuerdos que sólo se sienten. Cuando me doy cuenta que ese "sólo" también podía ir sin tilde... pero que ya no importa.

¡Joder! Es como tener una colonia de abejas enfadadas con el mundo en la cabeza. Retumba y retumba. También es como una tormenta sin relámpagos ni truenos ni lágrimas al final de la peli; sólo tormenta.
Es como pensar en miles de colores al mismo tiempo, como un reloj averiado que viaja a más velocidad, como un contigo pero sin ti.... como las canciones de rock y las letras de Cortázar, como una guitarra sin cuerdas y un valiente sin espada. Es como si el martes fuera un domingo, y ser incapaz de dejarlo por escrito.
Es como querer decir que hay luz y oscuridad a la vez pero sin contradecirte. 

sábado, 16 de junio de 2012

Glup. Glup. Glup.


"Soy un poeta y para mí, la primavera no existe."


La próxima vez que muera recordadme que volví a equivocarme, por favor. 

viernes, 15 de junio de 2012

Escribir es de cobardes.

Me gusta demasiado esta nube. Y, aunque no estoy sobre ella si no colgando boca abajo -me llueve a diario- sé que por más que baile no me caeré.
Por otro lado, me aburre enormemente la música que suena.

Aunque nube, no es como flotar. Es más bien una sensación de ingravedad... Te encuentras suspendido en medio de algo a lo que eres ajeno pero tomas parte como si se te fuera la vida en ello. Resulta extraño. Así como la pintura que compone una obra de arte es ajena a lo que dibuja pero se aferra con tal fuerza al lienzo que le marca, cual uñas a la espalda.
Sientes un molesto hormigueo en el pecho.
Con lo oxidado que estaba todo... normal que todo haya empezado a desquebrajarse poco a poco. Si quieres ser un infeliz, procura hacerte de acero inoxidable, porque te lloverá a borbotones.
Lo peor de todo es darse cuenta. Te descubres a ti mismo observando tus manos minuciosamente en busca de algún signo de vida, luego te miras al espejo y no te encuentras la mirada. Y ya no crees que la tengas perdida, no. Ahora sabes que ha muerto. Y sin embargo, a expensas de todo lo que te habían dicho, nada ha cambiado.
Pensándolo bien... eso no es lo peor. Lo realmente malo es saber que la cosa va así y ya no hay vuelta atrás, que no puedes hacer nada para volver a la vida... que andas intentando vivir pero que a cada cosa que haces... Bah, ¿qué más da?

Te alzas de puntillas sobre la dorsal Atlántica y no sabes si lanzarte al vacío o no. No sabes si en la muerte se puede morir. Tampoco te crees que no haya fondo y temes que te duela la caída... luego recuerdas que no sientes, que tus nervios son de goma y no conducen los impulsos eléctricos que envía el jefe.
La razón siempre dominó sobre cualquier cosa mientras vivías y ahora que estás muerto.... sigues siendo sólo una cosa pensante. Has muerto por dejarle tomar el mando. 

jueves, 14 de junio de 2012

Sois gilipollas.

No es nada nuevo pero.... ¿qué coño os pasa?
Quizás debería decir: ¿qué coño nos pasa? porque yo también tengo un problema... pero entonces estropearía la imagen de misántropa que tras horas de odio y madrugadas maquinando contra vosotros he logrado forjar. Y no queremos eso, ¿verdad?

Deberíais trabajar vuestra inteligencia emocional. -Es consejo-

viernes, 1 de junio de 2012

Bah.

Hace años pensé que estaría bien hablar de algo diferente, de pensar en algo distinto a lo de siempre... no sé, a  ver qué pasaba.
Me apetecía correr riesgos, dejar las metáforas de lado y comenzar a vivir de verdad -dejando de lado la teoría- pero ¿qué conseguí? Mierda.
Hoy, por fin  he descubierto que puedo hacerlo, y ya echo de menos mi tema habitual.