Caen gotas cristalinas desde el cielo
Encapotado, mientras al tren espero.
Bajo una vieja sombrilla observo
A la gente que pasa, pasa, viene y se marcha.
Observo las miradas: atentas, distantes, felices y bajas
Y a aquel colibrí que nunca descansa.
Tumba mi sombrilla, y lo hace cruelmente.
Las gotitas, todas juntas, me abrazan
Alzo los ojos y miro al cielo:
Esto curará mi resaca
De amores irreales que a los sueños opaca.
¡No llores!
Las gotitas, amigas, me invitan a llorar
Juegan con mis lágrimas, que ahora irán al mar.
Y empiezo a recordar…
Nunca debí dejar a la lluvia a mi lado estar.
Me siento al suelo
En la estación ya no hay nadie, estoy solo y espero.
Mientras el frío me cala desde dentro,
El viento hace de amigo, y me remueve el pecho.
No estoy triste, no estoy mal
Sólo quiero alguien a quien amar.
Que me haga olvidar, aquel in-iniciado querer
Que por querer ser algo, se escondió
En el acorazado escudo de algún complacer.
Y sé, que tú no estás pensando en mí
Sé que desde siempre, nunca fue un sí.
Ya no me importa, no me importa nada
Ni siquiera cuando veo tu mirada
Que, a pesar de todo, tengo guardada.
¡Desearía odiarte
Hasta los confines del mundo enviarte!
Expulsarte muy lejos y de mi vida borrarte.
Que sientas, como yo, cómo se siente
Cuando ya no se tiene aire,
Sólo un vacío espacio que te atormente.
¡No llores!
“Que estás solo en una estación
Y el tren, perdido, acaba de pasar”
Ya no distingo entre lo que fue y lo que será
Pero sé que ya me cansé de con las gotas jugar.
Adiós, amigas
Fuisteis de gran ayuda
Para mi abandonado corazón
Que aún seguía cantando esa misma canción.
-Karen A-
¡Que llueva! Que no es malo.. Que caigan gotas, que se lleven todo... ¡Que llueva!
Dejad que llueva a cántaros, que se inunde todo... y sumergiros.. que cuando salgais, ya nada os podrá ahogar.
Que, de vez en cuando, .. es bueno llover.
Lloved, Karen.
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