Y yo...aquí hablo de muchas cosas, pero en verdad no tengo idea de nada. Todo lo que sé me lo enseñaron los sueños, y de los sueños aprendí que cualquier parecido con la vida real es pura coincidencia.
Mis pesadillas no siempre vienen de noche, por eso he pensado que debería estar preparada para atacarlas en cualquier momento y sea cuando sea, pero ya se me están acabando los recursos...
A veces optar por la callada es la mejor de las opciones, y yo debería recordarlo más a menudo.
No intentéis nada, hacedlo. Nadie espera a nadie.
Karen.
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