Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Te quiero.

Dos. Sólo son dos palabras. Dos palabras que significan tantas cosas… y a la vez, nada.

No soy de las que piensan que un “te quiero” son palabras muy importantes, me parece que un gesto o una mirada dicen eso y mucho más, pero… sin embargo, soy incapaz de pronunciar estas palabras sin añadirle un tono despreocupado y divertido.

Creo que hay muchos tipos de “te quiero”.

Está el “te quiero sincero”: ese “te quiero” que sale de tu boca sin motivo alguno, ese que no hace falta decirlo pero se dice. Ese que es entre colegas, ese que no esconde nada más que la verdad, que no tiene significados ocultos. Ese que te hace sonreír. Ese “te quiero” que nace de una conversación que acabó en una sonrisa. Ese “te quiero” que es así de simple. Ese “te quiero”, para mí, es el que más valor tiene.

Está el “te quiero educado”: ese “te quiero” que dices casi sin darte cuenta, sólo porque queda muy mono poner “tq” al final de cada mensaje. Ese “te quiero” que no significa nada. Ese que puedes poner infinitas veces, sin temor a que ese alguien se cree la idea equivocada, ese que no es de verdad.

El “te quiero cobarde”: ese “te amo” que va disfrazado de simpleza con un “te quiero”. Ese que intenta averiguar sentimientos antes de lanzar las palabras que en verdad se quieren decir… “te amo. Más que a nadie en el mundo, y sólo deseo que tú también lo hagas”. Ese te quiero que cuesta tanto decir, pero que se dice muy a menudo, y la gente confunde con un “te quiero sincero”.

Existe el “yo también te quiero, pero no así”: ese que te rompe el corazón. Ese que hace que desees no haber dicho nunca el “te quiero cobarde”. Ese “te quiero” que sólo significa un “te aprecio”.

Y muchos más…

Pero, allí está el problema: ¿por qué tenemos que pensar sobre el “te quiero”? No son más que dos palabras bonitas, que significan muchas cosas (significa lo que tú quieras que signifique), o… quizás nada.

Hoy, no me siento capaz de pronunciar esas dos únicas palabras, ni siquiera para responder a las mismas palabras. Quizás sí le doy importancia, aunque no quiera dársela.


Quered, Karen.

3 comentarios:

  1. Si.... dos palabras que te pueden regalar el cielo...
    tan dificiles de decir...como de recibir...


    Precioso post... bonito de verdad...
    un abrazo

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  2. me encanto! es hermoso , ojala todos los " te quiero" fueran como el primero :)
    by: Rita efigenia fleitas

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