Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Gritos


Gritos escondidos bajo el corazón, ahogados en la garganta, encerrados en los ojos y haciendo daño. Gritos que se mueren por salir, y se quedan agazapados en la boca, hiriendo como espinas, prefiriendo sentir dolor a que volar y liberarse. Gritos  pequeños, tímidos pero valientes, que salen sin esconderse. Gritos susurrados, que desean salir y expandirse, pero se quedan cerca de un oído que escucha todo sin entenderlo. Gritos que van de boca en boca, que cambian y transforman su volumen, rozando el filo de la irrealidad. Gritos en oídos ajenos. Gritos en la tinta de una hoja, que se pierden bajo la lluvia, olvidados. Gritos desesperados. Gritos a todo pulmón. Gritos de liberación. Gritos de amor, encontrados, abandonados en la calle, sin dueño y sin razón. 

Gritad, Karen

2 comentarios:

  1. A veces lo mejor es gritar, no guardarte las ganas para ti. Pero, en ocasiones, es tan profundo el dolor, la desesperación, la impotencia, que tus gritos acaban pon ahogarse en lo más profundo de tu ser.
    Sería bueno que aprendiéramos a gritar para liberarnos.
    Gracias por el comentario que has hecho en mi blog.
    Acabo de entrar por primera vez en el tuyo y me gusta mucho lo que dices.
    Sigue publicando estos posts.
    Un saludo.

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  2. yo tengo unos cuantos gritos...ahogados aki dentro de mi pecho...que me rascan cual papel de lija...
    algun dia de estos los liberare..aunke sé que eso me supondra un problema...

    un abrazo...precioso y certero post

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