Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

domingo, 16 de enero de 2011

Rodaba...

Rodaba…
Entre papeles olvidados, volaba…
Sentía que si paraba
El mundo entero se desmoronaba.
Sentado en el lugar de siempre
Con su canción desesperada,
Que mil y una historia mataba,
Cantaba para no oír
Lo que su corazón deseaba decir.
Pocas horas tenía el sol
Desde que, a la fuerza, amaneció
Y por sorpresa, una luz diferente pasó.
Dejó un momento la canción
Y permitió a sus ojos mirar
Tan bella luz que bailaba al caminar.
Se fue tan pronto como llegó
Y al pobre, triste, lo dejó:
Sin más nada, de nuevo, que su vieja canción.
Notas y notas quería cantar
Con sus sueños, muy alto volar.
Y olvidar El Antes y El Durante
Para que no ocurran más desastres.
Sin más canción que la de siempre
Rodaba entre ausentes
Siempre muy pendiente.
El sol calló, y la luna comenzó a gritar
Largos versos para torturar
Al pobre triste que no sabía cómo sanar.
El día de nuevo llegó.
Su guitarra alzó, y con su canción continuó.
Esa luz, de nuevo, por sus ojos cruzó
Él calló la voz y la guitarra apartó.
Cerró los ojos un segundo
“Estoy que me hundo”
Pensó al saborear cada instante
En el que la luz estaba delante.
Y se fue otra vez
Él ya no sabía qué hacer
Si correr o dejarse perder…
Rodando se quedó
A medio camino entre la muerte y el dolor. 

-Karen A.-

Rodad... Rodad cuanto queráis... en algún momento os detendréis.

Rodad, Karen 

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