Usemos la tercera persona del singular
y finjamos que no nos queremos ni mirar.
Para cuando de negro el cielo se vistió
y con algunas pocas estrellitas se completó
En el quinto sueño estabamos tú y yo.
Ya veis, no la pude usar.
Para cuando el recuerdo se vista de presente y esté de tu lado
Yo hace mucho tiempo ya que me habré marchado. Y no me vengas con excusas vacías
Que ya sabes que al mentir, perdías.
Para cuando quieras mirar hacia delante
Y bailar, aunque no tengas arte...
Que sepas que la música que antes sonaba a todas horas,
A cada momento, y hasta en mi alcoba...
Se perdió entre los silencios que se hacían los dormidos
Para no tener que abrir los ojos y ver de nuevo lo mismo.
Que cansa y entorpece
A cualquiera que empiece.
¿Pero qué hago?
Los versos para mí, se han acabado.
Siempre escribo de lo mismo. Es casualidad, Karen.
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