Si
tuviese que describir mi vida… sería líquida. Agua transparente (invisible). Insípida.
Incolora. De fácil evaporación (ya sabéis… eso de subir a las nubes para luego
caer inevitablemente al suelo, y subterrarme*). Pero es útil. Y sin ella, no se
puede vivir.
*De
acuerdo, vamos a ver: son MIS letras, MIS conjugaciones, MIS palabras, MI
organización gramatical, MIS errores. MIO solamente. MIO. MIO. Shhhhh.
Tenía
pensado hacer uso de absurdas metáforas que ni yo misma acabo de entender.
Tenía pensado salir hace un rato. Tenía pensado que podría echarme una
siestecita. Tenía pensado pensarte hasta quedarme dormida. Tenía pensado.
Tenía. Tenía eso. Y eso tengo. Tengo. Tengo y ¿algo? tendré. Tendré. Tendré…
tendré… ¿tendré? ¿de verdad tendré?
Me
he ido por las ramas, lo siento, es que este árbol está muy copado. Copado de
copa, de copa de hojas, de hojas con clorofila. Si no se explica, todo se
confunde. Sé que los ojos que leen esto no son los mismos ojos que lo escriben.
OBVIO, tus ojos no son los míos. Aunque a veces me encuentre en ellos. Cárcel.
Me atrapan. Y tus pupilas, barrotes.
Y
de nuevo me voy… y no me importa. No me importa nada.
Amo
mi escudo. Se llama Indiferencia y no, no te manda saludos. Es muy mona, ella:
la Indiferencia. Todo lo ve, oye, huele, toca, saborea y… ¿sólo tenemos 5
sentidos? ¡Qué pobres somos! Todo nos escasea. El vacío nos domina, se nos mete
por los ojos, los oídos, la nariz, la boca, ¡por los poros de la epidermis! Y
en el corazón. Nos infla los pulmones. Aspirar, inspirar, aspirar inspirar
inspirar aspirar aspirar aspirar aspirar ASPIRAR ¡exploción! Sale todo disparado
el aire todito todo, con los suspiros y con el aire que compartí contigo. Balas
de aire que perforan el alma, la desnudan. Se queda sin suspiros interiores,
sin vestidos de palabras, sin promesas con las que apoyarse en el suelo. Y
vuelaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Ay
ay ay…. ¿de qué estaba hablando? De agua ¿no? Es que tengo sed.
PD: ¿Por qué la foto? Porque me gusta. (Razón suficiente)
Adiós,
Karen.
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