Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

viernes, 7 de octubre de 2011

YO.


Este título se vale por sí sólo. Es un título egocéntrico, como todos nosotros. No voy a hablar de mí, por si alguien se creía. Pero sí, podría hacerlo, podría hablar del mundo, del mundo que gira a mi alrededor y vive por y para mí.

En un asiento del vagón de algún tren, alguien alza la mirada de su periódico. Su mirada, por mera casualidad, se cruza con la tuya. ¡Ya está! ¡Me está mirando a mí! ¡A MÍ! Sólo a mí, de entre las demás personas que hay. Seguramente tenga algo en el pelo ¿Me habré peinado? Me miro hacia abajo. Bien, no hay rastro de mi pijama y  mis zapatos se han puesto de acuerdo en cuanto a colores y formas se trata. Quizás le guste como voy vestida, o le moleste el brillo de mi pelo. O quizás intenta adivinar el color de mis ojos. Seguro que le encanto. ¿Se acercará a preguntarme la hora? Pero lleva reloj. ¿Por qué no aparta la mirada? Seguro que está sólo y quiere charlar con alguien.  Lleva gafas. ¿Qué tendrá: astigmatismo o miopía? ¿Le gustará el mismo estilo de música que a mí? Parece que le gusta el jazz, y tiene pinta de saber tocar el saxofón. ¡Ya lo sé! Es un músico bohemio (de la antigua escuela), le gusta beber café y actualmente no tiene trabajo. ¿Qué pasó? Ya no me mira… ya habrá visto que mis ojos no tienen nada de misterio, que son marrones a secas.

Ha sido sólo un mísero microsegundo (de esos bien pequeñitos) pero te ha dado tiempo de pensar todo eso.
Quiero decir…  ese hombre probablemente no sea músico, sino un ingeniero de los más normales, con familia y una hipoteca bajo el brazo.

¡Egocéntricos todos! Pero YO más que nadie (YO sobre todas las cosas), Karen.

1 comentario:

  1. *-* aww verdad q creo q esas preguntas no las hacemos todas , al menos todas las chicas soñadoras !

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