Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Malditas perras negras.

Escribir no es ningún método contra nada, pero he de confesar que ayuda un poco.
Para escribir bien hay que tener algo roto, y no me refiero a los zapatos. Hay que ser un desperdicio humano, un poeta moribundo, la desolación personificada... Hay que ser inmensamente triste. Para escribir bien hacen falta tres personas: el guapo, el malo y el tonto.
A los cobardes se nos da muy bien escribir. Bueno, siempre hay excepciones (véase: yo). Pero cuando escribo e imagino que me leéis... creedme, me siento un poco más valiente. Y la verdad es que ahora mismo no tengo nada que escribir, ni estoy inmensamente triste a pesar de tener algo roto, pero me apetecía escribir... Y es que la verdad es que no sé si me siento triste o muy feliz.

No os olvidéis de volar, Karen.

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