Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

lunes, 6 de mayo de 2013

Amar es echar de menos.

Amor, si no es simple, no es amor. 
Amor es una película romántica, donde chico conoce chica -chica conoce chico- y, tras pasar un serie de desafortunadas eventualidades, acaban bien juntitos. Porque, en realidad, algo tan AwoqiWNDadNQp, no puede ser malo. Sin embargo, estamos decididos a sufrir por amor, creyendo que el amor no es amor si no se sufre estamos decididos a no rendirnos por eso que tanto queremos, a llorar meses enteros, y qué queréis que os diga... Eso también es amor.
Parece mentira que algo tan simple y bonito cultive tanta tristeza en el mundo. A veces me río cuando lloro, al recordar que el amor es un motivo secundario -psicológicamente hablando- y que no me es necesario para sobrevivir, y sin embargo es una de mis máximas prioridades. Y sé que os pasa lo mismo, porque todo lo que le pase a una persona puede a pasarle a cualquier otra. 
Amar es echar de menos; y es también un abrazo. Amar es un fuego artificial, y como buen producto pirotécnico, se acaba...
Yo defendía la reciprocidad para definir el amor. Un par de años después...no tengo ni puñetera idea de qué es eso del amor, ni por qué escribo tanto sobre él... Porque, sinceramente, hay mejores cosas de las que escribir, como por ejemplo: ¿¡Quién decidió los minutos que debe tener una hora!?
Y yo qué sé, deberíamos olvidarnos de los demás y ser un poco libres de cuando en cuando... Porque amar -lo que se dice AMAR- solo lo hace uno, y por eso las parejas no funcionan y se rompen, porque amar es un vaso de cristal.

Karen.

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