Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

viernes, 23 de mayo de 2014

Lo peor de ser un desgraciado, es sentirse un desgraciado.

Caminabas de una manera tan tan peculiar... Al fin llegabas al punto de encuentro, y yo me cruzaba de brazos, saludos breves y marchábamos a la esquina de siempre. Litronas por el suelo, colillas, abrazos inexistentes, y aspersores que sabían más que nosotros cuando nos obligan a marchar. Nunca me gustó mirar el reloj pero, coño, sabía que el tiempo estaba pasando demasiado deprisa, que aunque cinco días eran una noche, acabaría por amanecer y... Caminabas de una manera tan tan peculiar.
Todo lo odiaba. La risa, el chiste, los besos, el secreto. Odiaba cada segundo de su existencia, la respiración entrecortada, el coche y los lunares de su cara. Ah, cómo no, odiaba el color de sus ojos, la carita de tonto, los portales a medianoche, el silencio. Odiaba todo lo que fuese odiable, y lo que no también, porque en ese momento hubiese hecho cualquier cosa por no ver cómo te marchabas.
Antes el cielo y las estrellas, el parque y los calcetines. Ahora el cubata, los condones y la fiesta.Vuelve a ser verano y joder, caminas de una manera tan tan peculiar...
Karen.

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