Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

domingo, 6 de febrero de 2011

Por puntos..

Calle vacía. Frío. Noche. Luz de luna y tenues farolas. Música: pasos lentos. Soledad. Alguien que no se distingue. Pensamientos: voces que no se callan. Mirada baja. Mirada extraviada, se la ha dejado en otros ojos. Bum, bum. Bum, bum. Late el corazón. Sigue vivo. Pasos automatizados. Sin dirección fija. Búsqueda de calor. Tic, tic. Tic, tic. La nieve, simpática, cree poder congelar sus pensamientos. Aumento de velocidad, pasos acelerados. Lluvia. La nieve no resiste. Charcas. Plaf, plaf. Salpica. Corre. El viento corta. En el pecho, el corazón le duele: grita muy fuerte. Oscuridad. Miedo. Asfalto y piedra por doquier. Desorientación. Pérdida física. Pérdida mental. Pérdida emocional. Pérdida: presente. Tic, tac. Tic, tac. Reclama el reloj que es tarde. No necesita tiempo, lo arroja.  Una charca se queja, ha perdido agua. Tic, tac ya no canta. Cielo sigue llorando. Sus lágrimas salen, curiosas. El viento sigue cortando y el corazón está asfixiado. Agotado, cae. Se empapan sus ropas. El frío quema. Cree que ya no siente nada. Pero todavía siente su recuerdo. Todavía escucha esas palabras. Todavía lee esas palabras. Aún siente su mirada. Aún escucha su risa. Todavía siente. Alza la vista al cielo. Sus ojos son agua: de lágrimas propias, o del cielo. No ve nada. Pero distingue puntitos: son las estrellas. Sonríe.
¿Qué hacer ahora? ¿Nada? ¿Continuar caminando? ¿Reír con las estrellas, sin luna? ¿Ser consciente? ¿Volar? ¿Reparar las ruinas, si las hay? ¿Dormir? ¿Despertarse? ¿Cantar sin saberse la letra? ¿Escribir sobre el asfalto? ¿Qué escribir? ¿Versos? ¿Recuerdos? ¿Deseos? ¿Ilusiones? ¿Mentiras? ¿Suposiciones? ¿Cuentos? ¿Inventos?
¿Qué pensar? ¿En nada? ¿En eso? ¿En qué? ¿Dejarse caer? ¿Qué sentir al caer?
Se pone en pie. Fuerza. Un suspiro (el último). Vista orientativa. No reconocer. Demasiado gris. Un paso. Otro más. Quiere llegar a su lado. Recuperar su mirada. Decirle nada. Marcharse (no huir). Olvidar. Bum, bum. Bum, bum. Bum, bum. Protesta su corazón.

-          Lo siento, no hay nada más que pueda hacer. Y no te puedo decir que lo intenté, mentiría. Sé que no te traté bien, corazón. ¿Podrás perdonarme algún día? – hablaba de camino a casa, helado de frío.

-Karen Acuña- 

Madrugada. 600ml de insomnio. Repaso. Pienso. Finalizo. Me despido, Karen. 

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