Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

martes, 22 de febrero de 2011

Te veo.

Estás sentado en un puente,
Con los pies colgando y mirando al frente.
La mirada la tienes perdida en el horizonte
Buscando allí algo que conforte.
Piensas en Nada.
Piensas en Todo.
Piensas que quizás hay algún modo.
Respiras lentamente
Dejando que se airee la mente.
Entonces sonríes:
Tu plan de olvidar
Ha debido de fracasar.
Pero recuerdas algo que te hace soñar
Y es entonces cuando decides ir a volar.
Vuelas y ni te das cuenta de dónde estás.
Poco a poco consigues regresar.
Respiras de nuevo
Esta vez un poco agotado
Pues de los sueños estás ya cansado.
Te levantas
Te dispones a caminar
Aún no sabes bien a donde ir
Pero de pronto tienes ganas de reír.
Las cosquillas te suben desde los pies
Y te sientes un poquito igual que ayer.
Siguen subiendo y llegan al corazón
Y en forma de risa, salen por tu voz.
Te da por ponerte a bailar
En medio de la calle, así: sin más
Sé que también te apetece cantar
Y lo haces: ya que estás…
No piensas en nada importante
Ahora mismo nada es relevante
Piensas que deberías pensar así cada día
Y dejarte ya de tonterías.
Te veo desde lo más atrás
Desde aquel sobre utilizado lugar
Ese al que tú te niegas a regresar.
Sonríes alto y fuerte
Sólo pretendes vivir el presente.
Regresas al puente.
Suspiras y te sientes como ausente.
Miras al cielo
Ya es de noche, y las estrellas forman revuelo 
Con sus miles de destellos.
Ahora duermes sobre el puente
Y sonríes solitariamente
Al verte salir ileso
De aquel suceso
Que en tus sueños sueñas
Y pocas veces enseñas.

-Karen Acuña-

Cruzad el puente, una y otra vez (no os quedéis en un sólo lado), Karen. 

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