Querido tú:
Debería dejar de escribirte
De pensar, de soñar, de vivirte.
Debería hacer como las piedras
Y estando fría, dejar que me muevas…
Debería, siendo roca, sentir mejor cuando se toca
O cuando no se toca, saber abrir la boca
Y cuando el silencio quiera salir, dejarlo existir
Que nada malo hace, sólo obliga a que me acorace.
Debería soltar la tinta, e intentar otra cosa distinta
Que no implique andar con fintas, ni tampoco con despintas.
Debería dejar de escribirte
De dormir, de volar, de no prescindirte.
Como las insensibles rocas, debería
Hacerte un silencio, una agonía.
Debería no tenerte tatuado en los párpados
Pues para borrarte ya no hay fármacos.
Debería de deber muchas cosas
Y cuando hago cuenta de las rosas
No tengo más que las espinas que destrozan
Mi corazón, cuando lo rozas.
Debería, en este momento, importarme lo que escribo
Pero, la verdad es que quizás lo hago sin motivo.
No es demasiado tarde, a estas horas de la noche
Cuando he decidido poner todo por escrito.
Que sepas que esta carta, que no vale ni media cuarta
Fue escrita con feos indirectos a tu precioso paseo,
Por mi mente, de mis miles de falseos.
Que sepas que en cada palabra que escribo
Hay una sola cosa que te digo
Y ahora digo: no es ningún castigo
Que ya no pueda estar contigo.
Que sepas que estaría toda la noche y parte de la mañana
Escribiéndote y dejándome llevar por malas mañas
Hasta que vengas con tus alimañas,
Que ya para nada me extrañan,
Y hundirme en mis musarañas…
Que sepas que sé que debería de dejarme de alegorías
Y llamar a las cosas por su nombre, sí, debería
Pero eres un pronombre, y sería una tontería.
Debería ir dejando esta nota
Que, aunque es para ti, no se nota.
Debería ir pensando donde dejarla
Para que, sin dejar de mirarla,
Nunca la leas
Marcho a hacer algo mejor
Que escribir estúpidos versos que ni son de amor
Que no tienen valor
Y ni siquiera salen del corazón.
Son de estas cosas que te salen sin voz
Y cuando quieres darte cuenta
Suspiros llevas más de cuarenta
Y en medio de la afrenta
La luz buscas a tientas.
Debería de despedirme
Digo que debería ser firme.
Me marcho a soñar, cariño
Y con un guiño
Te dejo un beso
Confeso
E infirmo:
Yo.
-Karen Acuña-
Lo infirmo, Karen.
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