Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

lunes, 23 de enero de 2012

Derivados de ti.


Para empezar, no sé por dónde cojones hacerlo. Sí, me ha dado por la escritura dura, ápera y vulgar -es para ir acorde con la vida-.
Me siento en la mesita del café de las 3 y dibujo 3 rayitas paralelas de algo parecido al azúcar pero más blanco y prepotente, con aires de heroína. 
Me entra sueño y te veo y me río por la paradoja.

Al techo de la habitación le crecen estrellas y me enfado porque todas me sonríen: ¡son felices las muy putas!
Me entra hambre y cojo lo primero que tengo a mano: el pastel de setas, para tomarlo con dietilamida del ácido lisérgico-d, LSD para los colegas... que, ya hay confianza.
Salgo al jardín y descubro que el cielo no está donde debería. Al suelo le faltan trozos y las horas de los relojes blandos van cayendo poco a poco como en el cuadro de Dalí. Te veo, me has seguido desde dentro... te maldigo y me sonríes. ¡Me sonríes y te odio!
¡Qué bien, joder, una piscina!
Me sumerjo, lleno mis pulmones de cloroformo y me voy a domir.

Le doy a muchas cosas con tal de odiarte. Karen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes gritar. O hablar, si lo prefieres.