Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

martes, 3 de abril de 2012

Quieres, pero no puedes.

Enciendes los altavoces pero no pones música. Compras una lata de cerveza pero no la abres.
Te pones los zapatos, pero no sales. 
Y todo sigue este principio. No hay nada que no se preceda de algo anterior, por más puro y perfecto que sea. NADA.
Hablas, pero. Sonríes, pero. Te enfadas con todos, pero. No quieres respirar, pero. Te apetece ponerte a bailar, pero. Quieres, pero. Pero, pero. Siempre el pero. 
Alguien llama a la puerta. Alguien hace sonar el teléfono. Quieres no prestar atención, pero lo haces. Lo haces porque es lo políticamente correcto, porque no hay bien que por mal no venga, porque quizás sea algo importante, porque no te cuesta nada sonreír un ratito... no te cuesta nada mentir. Y sabes que algún día harás una película. Practica, anda -te dices.
Te plantas frente al papel en blanco y sólo ves una cosa; una cosa que ya está ¡tan escrita!, que escribirla de nuevo sólo hará que los tiempos peores lleguen antes. Pero ¡lo escribes tan bien! Sí, pero... venga, no lo haces. Pero no lo haces no porque no puedas, sino porque no quieres. No es que creas que no está bien hacerlo, es que no te da la gana y tú siempre haces lo que quieres. ¿Verdad? 
Subes las persianas pero no abres la ventana... Hace un sol radiante. Podrías salir; ya tienes puesto los zapatos. Entonces te das cuenta: quieres y puedes, sin peros.
Te pones a pensar, porque puedes y quieres, pero. Pero nunca ha sido cosa tuya; tú siempre has querido. Y para poder, a demás de querer, deben existir determinados factores a tu favor.
¿Nunca has dicho que no, verdad?
Quieres pero no quieren. A esto se reduce todo.

Y ya has vuelto a malgastar minutos importantes, en los que podrías estar haciendo algo, en lugar de limitarte al papel. Porque el papel limita; con sus márgenes y sus esquinas... ¿Y las letras? Malditas estúpidas.
Deberías dejar de escribir, pero.
Quieres pero no puedes. Te quiero pero no puedo. Puedo pero no te quiero. No quiero, ni puedo.

(...) Karen.

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