Pero no somos conscientes, no.
Y no lo somos porque, en el fondo, estamos solos. Completamente solos; buscando, o esperando encontrar, a una persona entre tantas. Y al no encontrarla es cuando pensamos joder, con tanta gente que hay y yo estoy aquí, escribiendo estupideces. Pero no pasa nada...no pasa nada porque la Ley de Murphy sólo aplica a lo peor. No va a caer una droga del cielo así como así, no.
Y, entre otras cosas, decir que "lo más duro de esta vida es que podemos perdonar". Con esto, me gustaría decir que estoy dispuesta a vivir bien y no perdonar nunca más... pero me di cuenta -tarde- que si perdonamos es porque queremos, y no queremos que las cosas cambien ni un ápice. Aunque.... la gente no cambia, ¿no?
Yo diría que si cambian las personas, pero no por otras personas, cambian por si mismos y para sí. por interés propio. Aunque depende de la persona, porque, una madre puede cambiar por sus hijos; Dejar discotecas por atender a su bebé. Ahora bien, en cuanto a el amor, las personas pueden cambiar por su pareja si de verdad la aman. Aunque ahí se encuentra la paradoja de la situación, Sí de verdad se aman. ¿Para qué cambiar? ¿no amaste su forma de ser? en este mundo, tan loco, diverso y confuso. Cada día es algo diferente. Cada persona es distinta. Saludos. Gracias por pasarte por mi blog.
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