Leibniz dijo que "todo lo que sea posible que ocurra, ocurrirá." Así, la contradicción lógica que supone que algo imposible ocurra, hace posible que este principio exista.
Es posible que un día dejemos de pensar, o que dejemos de preguntarnos por qué pensamos tanto, o por qué odiamos pensar cuando estamos solos. Es posible que no, que esto no suceda, pero... ¿a quién le importa? Seguimos siendo un cúmulo de elementos químicos y conexiones sinápticas.
Es posible que nada sea como hemos creído siempre, así como es imposible decir que nunca hemos creído nada.
Es posible que ahora mismo estés metido en un buen lío y tú ni lo sepas... y probablemente no lo sepas porque no quieres saberlo -tendemos a buscar explicaciones para todo aquello que no encaje en nuestra perspectiva de las cosas- Pero lo estás, y es posible que pierdas... porque existe esa posibilidad y de una forma u otra, acabará pasando.
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