Vendo mi alma al primero que pase porque el diablo se olvidó de mí.

Dejad los pretextos, la vida necesita más párrafos.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Como un perro Pávlov.

Si me dices ven, te diré que no seas estúpido y que regreses. 
Como lluvia ácida sobre el tejado y una plaga de los mil demonios, o como un rifle sin su guerra y una lágrima seca. Así te sientes cuando tienes que retomar antiguas malas costumbres.
Llevas casi dos días pensado sobre ello, los somníferos ya ni funcionan y la música vuelve a caerte mal. Pero sigues en tus cabales, ya no es como antes, cuando morías a diario y de noche te suicidabas.
Es un dolor como de déjà vu, ¿me explico?
Te lías un cigarro y descorchas una botella (etc) ...Escuchas su teorema y lo aplicas a tu problema. Hay que ser simples, responder al estímulo...como un perro Pávlov.

Karen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes gritar. O hablar, si lo prefieres.