Es decir, no todo fue malo, hubo un día en el que vi la primavera en su boca... pero no hay ni habrá nada en el mundo que me haga sentirme orgullosa de este invierno.
Y aunque no odio a nadie que no sea yo misma, y quizás debería... a veces me gustaría borrar. Retroceder el tiempo y hacerle caso al corazón en lugar de ser siempre tan coherente. Siempre he sido muy de tener los pies en el suelo, tanto que, poco a poco, me voy hundiendo entre kilos de escombros, mierda y cuchara, polvo, y cenizas... Cenizas por las palabras en plata que dejé quemar bajo el sol abrasador de
aquel
verano
azul... Que se nos fue de las manos porque había mucho a lo que aferrarse. Siempre me resultará curioso esa facultad que tienen algunas cosas importantes para descatalogarse en cuestión de segundos y... Y ya está, se acabó, el verano quedó sepultado bajo un inmenso invierno frío y yo
con un
montón
de
ti. Pero no me olvides, escuché.
Karen.
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