Se me escapa un ¡déjame en paz! cuando decides deshacer pasos y regresar. Se me escapa un futuro que nunca tuvo futuro.
Se me acumulan las despedidas, las estúpidas justificaciones y las latas de cerveza.
Lo siento.
Cada vez que reparo en lo que me he convertido, te culpo a ti porque eres lo primero que se me viene a la mente, porque sé que lo aceptarás aunque no sea cierto y porque... bueno, ya sabes.
Se me escapan los años en las palabras, te miro me miras, me muero te matas.
Karen.
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